Depresión

La orientación psicoanalítica ofrece técnicas exitosas, para mejorar los síntomas de la depresión.

Sentimientos de culpa, soledad y desprecio, conducen a la confusión, llanto y desesperación que forman parte de este estado psicológico. El malestar físico y mental que padecen son síntomas depresivos, junto con la falta de interés, pérdida de sentido por todo que se manifiestan en:

  • Trastornos del sueño
  • Cefaleas y cansancio general intenso
  • Dificultades para concentrarse
  • Tendencias al aislamiento
  • Molestias diversas

La capacidad de personas deprimida para relacionarse con el entorno disminuye y se aíslan. El mundo carece de interés, las relaciones son dolorosas o complejas para los familiares, que no comprenden este cuadro depresivo. El núcleo familiar no plantea como enfermedad la depresión, pensando que la solución depende de la voluntad. En España padecen este trastorno alrededor de cinco millones de personas, según los estudios.

Causas y síntomas

El cuadro depresivo que se presenta demuestra que las causas pueden ser diversas, desde la predisposición genética, que por sí sola no es un factor concluyente. Se desencadena por múltiples tipos de pérdidas: trabajo, muerte de seres queridos, situaciones sociales, capacidades mentales o físicas, etc. La falta de valoración personal aumenta la depresión que presenta síntomas propios:

  • Disminución del interés y la libido.
  • Tristeza profunda sin causa.
  • Desinterés por acciones interpersonales y sociales (aseo personal descuidado).
  • Sentimientos de culpa, pecado e inutilidad (reproches, delirios).
  • Pérdida de energía y fatiga subjetivas.
  • Pensamientos sobre la muerte.

Ideas de suicidio y depresión

El pensamiento frecuente de suicidio es común en estos estados, que se observan en diferentes grados:

  • Ambivalencia entre deseo y temor a la muerte.
  • Valoración del suicidio como posibilidad.
  • Pensamiento como estado de deseo.
  • Mayor receptividad a temas sobre la muerte.
  • Reflexiones constantes para cometer el hecho.

Este tema se resuelve cuando el paciente presenta una mejoría, porque supone que el fin de su padecimiento está cerca con el suicidio. En la exploración que realiza el psicólogo se establece el estado de ideación del suicidio y se prevén las medidas. Se observa en este cuadro de depresión que se manifiesta con: faltas de concentración, habla lenta, dificultades en la conversación, insomnio, pensamientos negativos, lentitud psicomotora, pérdida o aumento de peso, alucinaciones auditivas (voces interiores recriminatorias constantes).

El psicoanalista evalúa de forma personalizada el nivel de depresión, indicando el mejor tratamiento según las necesidades que pueden ser, psicoanálisis o bien psicoterapia psicoanalítica. Los psicofármacos se indican únicamente cuando son necesarios.